La preocupación de los hombres por la pérdida del pelo podría pasar a la historia. Un estudio publicado por el Journal of Clinic Investigation ha identificado al culpable de la alopecia androgenética, más conocida como la calvicie masculina: que las células madre del folículo piloso se quedan dormidas ralentizando la actividad capilar y produciendo folículos de menor tamaño. Porque, aunque el ojo no lo aprecia, el pelo sigue creciendo pero con mucha menor densidad.
Según la investigación, llevada a cabo por científicos de la Universidad de Pensilvania, sólo habría que reactivar esas células para que los folículos capilares tengan un tamaño normal. La principal meta era comprobar si las células desaparecía, caso en el que la recuperación del cabello sería prácticamente imposible. El siguiente paso es comprobar si esto es aplicable a la calvicie femenina.