Así lo ha asegurado esta tarde Aqualia, empresa concesionaria del saneamiento y abastecimiento del agua en Vigo. Sus responsables han indicado que es “apta para el consumo” y que el color turbio que tienen desde hace unos días “no supone ningún riesgo para la salud“, tal y como han confirmado los análisis realizados. Este color se debe al arrastre de terreno en el embalse de Eiras, causado por las lluvias de las última semana y que provocaron un aumento muy rápido del agua embalsada.
El Concello, que tiene la competencia en el análisis del agua, ha asegurado que la única anomalía que presenta es ese aspecto más opaco de lo habitual y que el líquido recuperará su aspecto en menos de 24 horas. En una nota de prensa, Aqualia lamenta las molestias causadas a los vecinos y reitera que el agua está clorada lo que significa que beber del grifo “no supone ningún riesgo para la salud“.