Las negociaciones empezaron en un millón de euros y han acabado con un acuerdo en cinco. Esos son los millones que la Xunta pagará a los Hermanos Misioneros de los Enfermos Pobres por el Castelo de Pambre, legado a la congregación religiosa por el Conde de Borraxeiros, fallecido en 2009. Esta edificación, erigida en Palas de Rei, Lugo, contempló la batalla de Os Irmandiños, en el siglo XV y desde entonces, con escasos arreglos por arte de sus sucesivos dueños, ha permanecido en un estado de semiabandono que amenazaba su estructura.
Concluye así una venta, que se cerrará este sábado en un acto oficial, en la que han participado el Concello de Palas y la Consellería de Cultura y que, según ha asegurado el hermano Donaire, permitirá a los Hermanos Misioneros seguir con un labor social que ha merecido infinidad de reconocimientos y que permite que más de 200 personas, todas ellas con graves enfermedades, edades muy avanzadas y sin recursos, tengan un lugar donde son atendidos.
