Los responsables de la investigación que se lleva a cabo en Chile sobre la muerte de Salvador Allende, quien gobernó el país entre 1970 y 1973, no realizarán una segunda autopsia a su cadáver. El doctor Allende, derrocado por un golpe militar encabezado por el asesino Augusto Pinochet, quien luego estableció una dictadura que llevó a acabo la tortura, represión y ejecución ilegal de decenas de miles de chilenos, no tendrá que ser exhumado para determinar las causas de su fallecimiento.
El mismo, según todos los indicios, los testimonios de las últimas personas que lo vieron en el Palacio de la Moneda el 11 de septiembre de 1973, se produjo por suicidio, después de que el presidente, elegido democráticamente, rechazara el salir del país y poco después de que los golpistas empezasen con el bombardeo de la sede presidencial.
Según el responsable de la investigación, el doctor Patricio Bustos, el juez instructor de la causa sólo ha encargado a un equipo de expertos revisar el informe de la autopsia realizada al ex mandatario y que señala que éste se suicidó en el transcurso del golpe de Estado. “Se nos solicitó por parte del magistrado hacer una revisión de lo que ya se hizo después de tanto tiempo, de la documentación existente, pero no del cuerpo por ahora. La labor de este equipo, integrado por tres expertos, será revisar el protocolo de actuación seguido para la autopsia de Allende e identificar las causas de su muerte recurriendo a los últimos avances médicos en materia de genética, toxicología y odontología forense.