No llegan a 50, pero son los primeros que han dado un paso en contra de la lucha armada y han decidido desmarcarse de la banda terrorista ETA. Se trata de presos de las cárceles españolas que al darse de baja del Euskal Preso Politikoen Kelektiboa, el órgano de la banda que agrupa a sus asesinos detenidos, han renunciado al dinero que les asignaba esta organización y a los abogados de la misma, algo que han cambiado por la posibilidad de solicitar beneficios penitenciarios, a lo que los demás reclusos de ETA se niegan.
No es que el número sea muy importante, teniendo en cuenta que hay 560 etarras encarcelados en España y 150 más en Francia, pero sí es significativo que 25 de ellos hayan tomado la decisión en el último año. Entre ellos, la mayoría de los cuales han sido trasladados a centros penitenciarios cercanos al País Vasco, como Nanclares de Oca, se encuentran sujetos tan sanguinarios como Idoia López Riaño, alias ‘La Tigresa’; José Luis Álvarez Santacristina, alias ‘Txelis’; José Luis Urrusolo; Carmen Guisasola o el último en llegar hace pocos días, Valentín Lasarte. La cárcel de Zuera en Zaragoza y la de Villabona en Asturias son otros dos centros en los que se agrupa a un número importante de presos completamente desvinculados de la banda.
