Concretando a dónde han ido y cómo se han repartido los 8.035 millones de euros (más de un billón de las desaparecidas pesetas) que se destinaron a reforzar la solvencia de las cajas. Pare ello el subgobernador del Banco de España y presidente de la Comisión Rectora del Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB), Javier Aríztegui, comparecerá este martes en el Congreso de los Diputados para explicar las ayudas concedidas al Banco Financiero y de Ahorros, SIP liderado por Caja Madrid y Bancaja, Banco Mare Nostrum, Banco Base y la fusión de las cajas gallegas en Novacaixagalicia, que suman 8.035 millones de euros, un 72 % del total concedido por el organismo.
Asimismo, rendirá cuentas de la reestructuración de Cajasur, entidad controlada anteriormente por la Iglesia Católica que tuvo que ser intervenida por el Banco de España y ha sido adjudicada a la BBK en una operación que ha requerido 392 millones del FROB. Aríztegui también dará cuenta de la inyección de 1.162 millones a través de participaciones preferentes convertibles en cuotas participativas emitidas por la entidad resultante de la fusión de Caixa Galicia y Caixanova en Novacaixagalicia.
De acuerdo con los datos facilitados en su día por el Banco de España, el FROB debería ingresar este año algo más de 800 millones de euros por los intereses del dinero que ha inyectado a las cajas de ahorros con el fin de reforzar su solidez y solvencia, pues esta era su misión: fortalecer los recursos propios de las entidades que pudieran tener dificultades para adaptarse al nuevo entorno y contribuir a la reestructuración del sistema, por lo que las entidades deben de pagar unos intereses del 7,75% anual, en el caso de Novacaixagalicia, caso 90 millones de euros anuales, nada si lo comparamos con los 11.167 millones de euros (dos billones de pesetas) que este organismo ha destinado a la concentración de las cajas españolas.