Estaba en sus vacaciones, decidió pasarlas en Europa: probar los vinos de España e Italia, las cervezas de Irlanda… y colgar las fotos en Facebook para dejar constancia de lo bien que se lo había pasado. Lo que no se le pasó ni por un momento por la cabeza a Ashley Payne, una joven estadounidense de 24 años, es que salir en las fotos con una copa en la mano le costaría su puesto de trabajo. El director del colegio de Georgia en el que trabajaba la despidió por beber alcohol y mostrarlo.
Aunque las fotos en teoría eran privadas y sólo tenían acceso a ellas los amigos de la joven, llegaron a ojos de alguno de los padres de los niños a los que Payne enseñaba lengua, que decidió quejarse. La dirección del centro obligó a la profesora a escoger entre dimitir o ser suspendida de empleo y sueldo. Ahora ha llevado su caso a los tribunales porque las imágenes, igual que lo que hacía durante sus vacaciones, pertenecen al ámbito privado, no al profesional.