No está muerto, pero padece graves problemas de salud. La noticia ha sido filtrada por la Casa Real Saudita que le habría ofrecido asilo en Arabia. El ex presidente Mubarak, a punto de cumplir 83 años, ha expresado a los gobernantes saudíes, quienes se han ofrecido para acogerle, que su voluntad es morir en Egipto, tal cual había anunciado en su último mensaje televisado a los egipcios.
El ex presidente, del que se sabe que, además de una “severa depresión”, esta aquejado de una enfermedad de la vesícula de la que fue tratado en Alemania el año pasado, permanece recluido en su residencia de Sharm el Sheij, al sur del Sinai, de dnde se niega a salir y donde, según responsables saudíes, quiere acabar sus días. Estos mismos responsables han señalado que “no está muerto, pero su salud es muy delicada” desmintiendo, así, a la familia, que había divulgado que el Rahis estaba bien y que seguía en contacto telefónico con numerosas personalidades que se habían interesado por él.