Para salvar el ahorro gallego y rechazar la privatización de Novacaixagalicia. Para eso se concentraron centenares de personas en las siete principales ciudades gallegas con pequeños actos de protestas de apenas medio centenas de personas en cada localidad, salvo en Lugo, donde la concentración comenzó 45 minutos más tarde y se dieron cita cerca de 100 ciudadanos. Una protesta que se trasladará a los despachos, ya que se pedirá que el decreto sea convalidado en el Congreso de los Diputados para que todos puedan opinar o incluso se recurrirá el decreto.
Durante los actos, los asistentes señalaron a dos claros culpables de esta situación, sin entender de colores: por un lado el Gobierno de Zapatero, por plegarse a los intereses de la banca privada e impedir que la nueva caja gallega pueda despegar; por otro al Gobierno autonómico de Feijóo, por estar callado cuando los populares arrancaron el camino hacia la privatización.
