En el interior iba la hija de Muamar Gadafi, pero el nombre no le permitió aterrizar en tierras de Malta. Al intentar aterrizar en la isla sobre las 16 horas de esta tarde en un avión de la línea aérea nacional de Libia, desde la torre de control le denegaron el permiso por no estar previsto, lo que provocó que el aeropuerto entrara en estado de alerta y desplegara a soldados por las pistas. Después de una hora dando vueltas sobre la isla, la falta de combustible le obligó a volver a Trípoli.
No fue el único miembro de la familia Gadafi al que rechazaron: otro avión privado con 10 familiares de Gadafi, entre ellos la nuera del líder libio a bordo, la ex modelo Aline, casada con el menor de los ocho hijos del dictador no pudo aterrizar en Beirut al negarse a identificar a los pasajeros que llevaba dentro.
Atentado fallido contra Gadafi
La dimisión del ministro del Interior de Libia ha abierto la caja de Pandora. El general Abdul Fatah Yunis ha confesado que un asistente de Gadafi disparó contra el líder libio, aunque falló e hirió a otra persona. Sentenciando con la frase “el régimen de Gadafi se ha acabado”, el ex ministro aseguró que Gadafi no abandonará el país, pero que puede acabar suicidándose.
Y es que el dictador libio está perdiendo el control del país. Los comités populares se han hecho dueño de toda la zona que va desde la frontera con Egipto hasta Bengasi, la segunda ciudad de Libia, zona en la que los militares se han quitado el uniforme y se han sumado a la revuelta iniciada por la población civil siguiendo el mismo esquema de Egipto. A la espera de que Gadafi vuelva a mandar “mercenarios” para retomar la situación, los comités se encargan de gestionar el día a día en estas zonas, vigilando la seguridad en calles y carreteras, el reparto de comida o la limpieza.