Como en otro mundo o con los pies en una realidad alternativa a la que realmente se está viviendo en Libia. Así se mostró Muamar Gadafi, coronel, gobernante y dictador desde hace 40 años en el país libio, en una entrevista concedida a Christiane Amanpour para la cadena estadounidense ABC. “Toda mi gente me quiere, estarían dispuestos a morir por mi”, aseguró ante las cámaras.
En una exclusiva concedida en Trípoli, el dictador se negó a reconocer la existencia de manifestaciones y de violentas protestas contra el régimen, además de asegurar que se negó a ejercer la fuerza contra su pueblo, cuando algunas fuentes hablan de mercenarios a su cargo que habrían matado a más de 10.000 personas. Además, Gadafi asegura que no puede dimitir, porque no es presidente ni rey.
Dice sentirse traicionado por Estados Unidos, que está “sorprendido de tener una alianza con Occidente para combatir Al Qaeda y ahora que estamos luchando contra terroristas nos han abandonado. Igual quieren ocupar Libia”, ha insinuado el máximo mandatario del país.