A Novacaixagalicia no le queda otra. Eso será lo que le dirán hoy sus responsables, el director general, José Luis Pego, y su adjunto, Javier García Paredes, a la conselleira de Facenda en la reunión que tendrán a las 6 de la tarde en San Caetano. Según el Banco de España, la única caja que queda en Galicia, debería aportar un core capital del 10% si quiere seguir como hasta ahora, pero la realidad es que, hoy, no alcanza ni el 6%. ¿Qué hacer? Si no quiere ser intervenida por el Fondo de Reestructuración Bancaria, el famoso FROB, que es una manera fina de decir que sería nacionalizada, Novacaixagalicia tiene dos opciones: conseguir llegar a ese 10%, lo que supone conseguir 2.000 millones o,el paso que ha dado ya la entidad, abrir una ficha bancaria. En este caso la ley reduce ese techo del core capital al 8% y la caja debería capitalizarse en 1.500 millones.
Todo indica que este será el camino: abrir un banco en el que Novacaixagalicia será el accionista mayoritario, lo cual le permitiría mantener un status jurídico similar al que tienen actualmente o, si no tiene la mitad más una de las participaciones, optar por otra forma jurídica: una fundación especial, lo que la Xunta ve con buenos ojos pero que abre la posibilidad de que alguien, otro banco, otra entidad financiera, seguramente de fuera de Galicia, se haga con el control de la misma.
