Pegatinas, movilización de efectivos de madrugada y mano de obra. Es en lo que se ha gastado la Xunta 20.000 euros para el cambio en las señales de limitación de velocidad en autovías y autopistas, un dinero que ahora reclamará al Ministerio de Fomento al ser un gasto imprevisto que no está contemplazo en los presupuestos.
Por el momento, la medida parece haber dado frutos: a falta de saber las cifras de esta medida en parte recaudatoria, la DGT ha asegurado que el primer día de la puesta en marcha de la medida no ha muerto ni una sola persona en las carreteras españolas por accidente de tráfico.