Gadafi está recuperando milagrosamente terreno, justo cuando parecía que los rebeldes habían conseguido liberar al país del dictador, que lleva 40 años al frente del poder. Pero se confiaron demasiado rápido: las tropas de Gadafi han cercado ya Ajdabiya, al este del país, lo que ha obligado a los rebeldes a retirarse en desbandada hacia Bengasi.
Con la caída de esta ciudad, un oasis en pleno desierto, en manos de Gadafi la zona hasta ahora controlada por los rebeldes queda totalmente desprotegida y a merced de las tropas leales al Gobierno. Puerta estratégica de acceso a Bengasi, en ella está la clave del futuro de Libia.