Nada de eso. El Gobierno no aceptará que la entrega de la vivienda al banco sea suficiente en los casos de las personas que no puedan seguir pagando sus créditos hipotecarios. Ello significa que si has pedido un préstamo para comprarte un piso y no tienes dinero para hacer frente a las cuotas del mismo, el banco se quedará con él y, además, te reclamará lo que te falte para cubrir la deuda. Hasta aquí la cosa no ha cambiado nada, pero sí lo ha hecho el saber que esto seguirá tal cual. El presidente Zapatero y su vicepresidenta económica, después han descartado tomar la medida de que dar el piso como pago de las deudas con los bancos acabe con las mismas; Elena Salgado ha recalcado en el Congreso que “desde luego no está en el propósito de este Gobierno” tomar una medida del calibre de forzar a las entidades a aceptar semejante cosa, aún más cuando “la prioridad es reforzar los balances del sistema financiero” de cara a las próximas pruebas de resistencia de la banca, que examinarán detalladamente el riesgo inmobiliario.
“No es en absoluto el momento de tomar decisiones de este tipo”, ha subrayado la vicepresidenta quien ha enfatizado que lo importante, en este momento, son los balances de los bancos. Eso sí, ha reconocido que es “difícil” hacer entender a los ciudadanos “hasta qué punto es importante la fortaleza del sector financiero”.
