Eso es lo que se pregunta la Unión Europea y lo que nos preguntamos también en España. La dimisión del primer ministro Sócrates, quien esta misma mañana se reunirá con el presidente de la República, Anibal Cavaco Silva, para oficializar su renuncia y pedir la convocatoria de elecciones anticipadas, ha pillado a las empresas españolas con más de 77.000 millones de euros invertidos en Portugal, país que, además, es uno de nuestros principales clientes. La mejor opción, según señalan los analistas, sería el recate de la economía portuguesa por parte de la UE y el Fondo Monetario Internacional, nada fácil pues, a la crisis económica, los portugueses suman, ahora, la política que, además, llega en un momento especialmente delicado. Y es que en Europa no hay acuerdo para pactar un Plan Anticrisis: ni puede ampliarse el fondo de rescate, establecido el pasado día 11 en 250.000 € y que varios países, España entre ellos, quieren que llegue a los 440.000 millones, ni hay consenso, el veto Finlandés lo impide, en las garantías que debe aportar cada uno de los 27 estados miembros.