Da igual que sea festivo, domingo o fiestas de guardar. Para los cruceristas no habrá ni una sola puerta cerrada. Al menos en los comercios de la zona. Además de poner un servicio de guía multimedia diseñada por una empresa viguesa a disposición de los visitantes, con GPS con tres rutas marcadas y visitas a los cuatro centros comerciales abiertos de la ciudad, los cerca de 500 comercios que aglutinan estos permanecerán abiertos para sacar partido económico y mostrarse como una ciudad más acogedora.
Pero como no hay venta sin entendimiento, el Puerto, que ha puesto en marcha esta serie de medidas, dará cursos de formación en idiomas a los trabajadores del sector servicios, como dependientes o taxistas. Algo fundamental si se tiene en cuenta que este año se espera que pasen por Vigo unos 119 cruceros con unas 400.000 personas a bordo.
Según un estudio de la Universidad de Vigo, el año pasado los cruceristas se dejaron en la ciudad algo más que la cartera: más de 15 millones de euros.
