Los japoneses no están perdiendo la batalla, están perdiendo la guerra. Enfriar los rectores inyectando agua no funciona y los niveles de radiación en el mar a unos 300 metros de la central nuclear de Fukushima ya superan 4.385 veces el límite legal, lo que hace sospechar de una fuga inidentificada. Por eso, cada vez gana más peso la opción de Tepco de desmantelar la central. El problema son los costes de tiempo y dinero. Según la opinión de expertos e ingenieros recogida por Bloomberg, desmantelar los reactores de la central japonesa podría costar más de un billón de yenes, cerca de 8.500 millones de euros, y llevar más de 30 años.
Qué hacer mientras
Mientras no se toma la decisión de finiquitar Fukushima, los operarios están intentando enfriar los reactores al tiempo que eliminan el agua radiactiva que se encontró en la base de cuatro de los 6 reactores que dificulta el restablecimiento de los sistemas de refrigeración. La idea es trasladar las 600 toneladas de agua del reactor uno a un tanque cercano al cuatro mientras estudian dónde almacenar el líquido de los otros dos reactores, que podría acabar en un buque de forma temporal.