Dos años después de que se estrellara frente a Brasil, el océano Atlántico ha ‘escupido’ los restos del Airbus 330-203 del que se perdió el rastro en 2009 tras estar un tiempo incomunicado cuando viajaba de Río de Janeiro a París probablemente a causa de una tormenta eléctrica. Y con él han aparecido los cuerpos de algunos de los pasajeros fallecidos, en total 228 personas entre pasajeros y tripulación. Las autoridades aseguran que la identificación de los cuerpos aún es posible.
Se trata de la cuarta operación de búsqueda de los restos, en este momento llevados a cabo desde un buque de rescate equipado con submarinos no tripulados de un área de unos 10.000 kilómetros cuadrados, en los que se espera que aparezcan también las cajas negras del avión. La próxima semana en una reunión con los familiares de las víctimas se les informará de los últimos avances de la investigación.