Algo que tenemos tan a mano y que sin embargo no habíamos visto de esta manera. La cáscara de huevo, que tiene principalmente carbonato de calcio, es uno de los materiales naturales más absorbentes. Y con un potente procesamiento térmico consigue transformarse y absorber cualquier gas de propiedades ácidas, como el dióxido de carbono. Es uno de los elementos de los que se hablará mucho estos días en la primera reunión de la Red Iberoamericana de Aprovechamiento de Residuos Industriales para el Tratamiento de Suelos y Aguas Contaminadas, que juntará en la Universidad de Vigo a representantes de los 16 grupos que conforman la red de Chile, Colombia, Brasil, Argentina, Costa Rica, España y Portugal.
Su objetivo, debatir sobre técnicas de inmobilización y concentración de contaminantes en una puesta en común que trata de buscar sinergias y sumar esfuerzos para desarrollar nuevas técnicas y tecnologías para la gestión ambiental o el uso de residuos industriales para el tratamiento de aguas y suelos contaminados.
Medidas innovadoras
Entre los materiales más innovadores, el serrín y la cáscara de huevo, que sirven como absorbentes. La idea es usar los propios residuos de la industria agroalimentaria o forestal, por ejemplo, para solucionar los problemas ambientales que van surgiendo, aunque la intención es extender esta iniciativa a otros residuos industriales. Su precio reducido, llegando incluso a veces a ser gratis, es una de las grandes ventajas.