Esa letra pequeña, esa que no nos leemos en el contrato, es la que trae de cabeza a muchas familias gallegas con hipoteca a cuestas. El motivo no es otro que esa letra pequeña que hay que leer con lupa dice que tendrás que pagar unos intereses mínimos de entre el 3,5 y el 5% aunque el Euríbor esté por los suelos. Como es el caso. Es la llamada cláusula suelo y desde hoy Novacaixagalicia, BBVA y Cajamar no pueden cobrarla por orden judicial.
La bromita puede costar a cada familia entre 70 y 300 euros más al mes de hipoteca, por eso un juez de Sevilla ha declarado nulas estas cláusulas por abusivas al haber un desfase desmesurado entre los suelos y los techos de los intereses. Aunque las entidades han pedido una moratoria en la aplicación de esta sentencia alegando que necesitan tiempo para devolver el dinero a la gente.