Granizo del tamaño de pomelos, inundaciones, vientos… y más de 45 muertos y miles de millones de dólares en pérdidas. Es lo que ha dejado en Estados Unidos los 240 tornados que se han registrado en los últimos cuatro días sobre todo en los estados del centro y del sur, aunque los datos son provisionales, ya que el Servicio Meteorológico Nacional de EEUU asegura que algunos podían haberse contado más de una vez.
Las fuertes tormentas afectaron sobre todo a los estados de Carolina del Norte, Arkansas, Mississippi, Alabama, Georgia, Virginia y Oklahoma, donde se generó la tormenta. Allá por donde pasaron dejaron casas derribadas, suministro eléctrico cortado, coches destrozados, techos arrancados, árboles tirados… Sólo en Carolina del Norte se han confirmado 21 víctimas mortales y 64 tornados, la cifra más alta sufrida desde 1984.
Los servicios de rescate están buscando ahora supervivientes en las regiones del sur más afectadas. Por el momento Estados Unidos se encuentra a salvo, ya que la tormenta está avanzando ya hacia el Atlántico.