Tardaron cinco meses en excavar un túnel de 360 metros para poder llegar a la zona donde se encuentran los convictos políticos, a donde son enviados los talibanes en el momento de su detención, y ayudarles a escapar. Casi 600 talibanes se han fugado de la prisión afgana de Kandahar.
Las tareas de excavación comenzaron en el exterior de la cárcel, donde los talibanes desplegaron un comando de suicidas para tener un plan b en caso de que los funcionarios de prisiones descubrieran el plan de liberación e intentaran desbaratarlo. A partir de las 23 horas, las 18:30 en España, los tres presos que conocían el plan fueron despertando al resto para ir saliendo, una operación que duró casi 5 horas.
