Una mochila con 25 kilos de cocaína. Es lo que se han encontrado las autoridades del Puerto de Vigo en un control sanitario rutinario en un contenedor procedente de Ecuador que transportaba langostinos y que tenía como destino final la ciudad olívica.
El modus operandi utilizado a principios de mes, cuando se detectaron otros 200 kilos de cocaína en cinco bolsas que venían con un cargamento de habas secas congeladas procedentes de Bolivia: es el conocido como gancho ciego, un método en el que se coloca la droga en bolsas que se introducen en contenedores destinados a empresas que no tienen ni idea de que están utilizando su mercancía como puerta de entrada del narcotráfico.