Tercera etapa del Giro de Italia, descenso de uno de los puertos, el Passo del Bocco, a 25 kilómetros de la llegada. Fue allí donde el ciclista belga Wouter Weylandt, del Leopard-Trek, se caía al suelo golpeándose la cara y la cabeza contra un muro. Desde el principio los médicos alertaron de que su situación era grave debido a la cantidad de sangre que había perdido. Después de intentar reanimarlo con masajes cardíacos durante hora y media, sólo pudieron certificar su muerte.
El deportista, de 26 años, estaba persiguiendo a un grupo de escapados cuando, según la versión de algunos testigos, tocó con una pierna en un guardarraíl a la salida de una curva y salió despedido al interior de la carretera, donde chocó de forma brutal con un muro de piedra. Quedó inconsciente inmediatamente y falleció mientras era trasladado en helicóptero al hospital.