Los datos son desalentadores: a los 9 muertos y 3 heridos graves hay que unir que el 80% de las viviendas se han visto afectadas por el terremoto. Por esto técnicos del ayuntamiento están recorriendo casa por casa inspeccionando las estructuras y marcándolas dependiendo del nivel de riesgo: verde se puede entrar, amarillo con cuidado, rojo hay que darlo por perdido.
Aunque parece algo desmesuradas las consecuencias, sobre todo teniendo en cuenta que los grandes terremotos son aquellos que superan los 7 grados en la escala de Richter, los expertos tienen claro por qué ha pasado esto: un hipocentro poco profundo en un terreno blando y con una edificación antigua, que no tenía en cuenta las normas antisísmicas. Y hay que estar pendientes: se mantiene el protocolo de emergencia porque las réplicas se sucederán en las próximas semanas, aunque con menos intensidad.
Mientras, el Gobierno ultima un plan urgente de realojo y reconstrucción de viviendas para los damnificados.