No somos nosotros muy dados a comentar los realitys, aunque siempre hay excepciones. Dejar al público con la miel en los labios es una de ellas. Si Aída Nízar, conocida por hablar con Dios y de sí misma en tercera persona en alguna de las ediciones de Gran Hermano, tenía alguna duda de si el público la quería, ayer le quedó claro: NO. Nueve de cada 10 votos para expulsar a alguno de los concursantes de ‘Supervivientes’ se los llevó ella.
Sin embargo, cuando ya todo el mundo festejaba que Nízar se iba de la isla y de la vida de todos los telespectadores, ya que aseguró que dejaba la pequeña pantalla, va Telecinco y en vez de expulsarla la envía al barco en el que se alojan el grupo de supervivientes anónimos que participan en el concurso. Nuestro gozo en un pozo. La prepotencia de la vallisoletana da muchos puntos de audiencia, así que a mantener el morbo.