La niña, Britney, tiene tan sólo ocho años, pero su madre, peluquera de profesión, le retocaba frente, labios y contorno de ojos a su hija cada tres meses, además de hacerle la cera, para hacerla más popular, aunque fuera en el futuro: quería ayudarle a convertirse en una estrella. Y es que en Estados Unidos los concursos de popularidad y belleza infantiles crecen como la espuma.
Pero tanto retoque le ha servido a la madre, Kerry Campbell, para que el Servicio de protección de menores de San Francisco le retire al menos temporalmente la custodia de su hija mientras investiga el caso. Los servicios sociales intervinieron tras ver a madre e hija en un popular programa de televisión matutino, ‘Good morning America’, y después de recibir numerosas denuncias por abuso infantil. El problema es que la niña se ha obsesionado tanto con el botox que cada noche comprobaba que no tenía arrugas o pedía más inyecciones.