No, no es por miedo, es sólo desinterés. Eso es uno de los argumentos que esgrimen muchos gallegos que no acuden regularmente al urólogo para someterse a exámenes de próstata. Según el estudio ’El conocimiento del cáncer de próstata entre los hombres españoles”, el 51% de los gallegos mayores de 50 años no va al urólogo, mientras que el 49% dice que sí lo hace.
Y esto es así pese a que casi tres cuartas partes saben que el tumor protático es el segundo que más muertes provoca al año entre los hombres. Aún así, el 27% asegura que se olvida o que no cree que deba ir, mientras que el 8% sí reconoce tener miedo a someterse a un tacto rectal.
Tampoco los síntomas
Además de no ir al urólogo, los gallegos tampoco conocen los síntomas del cáncer de próstata, una dolencia en el que sólo son evidentes cuando la enfermedad ya está en un estado avanzado. Curiosamente, casi el 80% cree que causa necesidad de orinar constantemente, el 60% que se manifiesta por sangre en la orina y el 28% cree que produce impotencia, algo que se da en las primeras fases de esta dolencia.
Poca concienciación
Los gallegos sí creemos que la detección es esencial en el caso del cáncer de mama, pero no pensamos lo mismo si hablamos del de próstata y por ello no estamos concienciados de la importancia de someterse a pruebas urológicas anuales para prevenirlo. Según el Círculo de Braquiterapia Prostática, cuando tumor se detecta en sus fases iniciales, el tratamiento es menos agresivo (en muchos casos se practica una braquiterapia prostática) y las posibilidades de curación aumentan en un 85% de los casos.