El Eyjafjalla dejó semanas de caos aeroportuario en toda Europa, así ver las primeras cenizas del Grimsvötn hizo saltar todas las alarmas. El volcán ha entrado en erupción y la columna de humo de 7.000 metros de altura se puede ver a kilómetros de distancia, aunque los primeros estudios de los geólogos apuntan que con los vientos que se prevén la nube se desplazará hacia Escandinavia.
La mayor parte de la composición de la columna blanca que se puede ver saliendo del volcán es vapor de agua formado por el derretimiento del glaciar. A 100 kilómetros a la redonda del volcán no vive nadie, lo que facilita las cosas. Por el momento, Islandia ya ha cerrado temporalmente el espacio aéreo.