RUTH VILLAR/Comienzan a dejarse ver por la Praza do Rei y aunque el traslado total no será efectivo, previsiblemente, hasta mañana, unos diez acampados del 15M vigués se pusieron ya manos a la obra para levantar el nuevo campamento.
El esqueleto de lo que será su nueva morada a partir de ahora puede verse ya. Este mediodía cinco acampados levantaban con troncos de madera la estructura que luego recubrirán con los plásticos de la acampada que todavía sigue en la farola de Urzáiz.
Los funcionarios del Concello y los ciudadanos que hacían gestiones municipales no salían de su asombro con la llegada de alguna que otra tienda de campaña y con una cabaña hecha con ramas, al más puro estilo de “supervivientes” en una isla desierta.
Mientras el traslado a la Praza do Rei se hace efectivo, el campamento de la farola de Urzáiz sigue vivo y cada vez más organizado. Hoy todo el que quería leer un libro podía hacerlo en la biblioteca recién estrenada. Los libros como no podía ser de otra manera son donaciones de personas anónimas que siguen apoyando a los acampados.
En la foto de la derecha, Rosalía de 28 años, elige un libro para hacer su estancia en la acampada más amena. Esta joven en paro, perteneciente a la comisión de comunicación, se enorgullece de la organización que se respira en el campamento y que esto “ayuda a que el cansancio sea menor“. Asegura que por el momento el campamento vigués no desaparecerá y seguirá haciendo su función en la calle.
En cuanto a los puntos aprobados ayer por la tarde durante una asamblea informativa, Rosalía está de acuerdo con que se reforme la ley electoral “para que cada voto cuente” y que se traslade a la clase política una mayor responsabilidad.
Hace una semana y un día que el campamento vigués forma parte de la fisonomía de la calles Príncipe y Urzáiz. Entre las novedades, un grupo de profesionales que ofrecen taichi. En la foto de la izquierda, en plena sesión de relajación con el Museo de Arte Contemporáneo de Vigo (MARCO) al fondo.
Las altas temperaturas de hoy hacen que los acamapados sigan buscando la sombra con sus colchones y tiendas de campaña. Menos mal que la bebida fresca y la comida la tienen siempre asegurada y el ir y venir de donaciones se mantiene.
Descansando y hablando se encuentran Radi, Kevin y Onza -en la foto de la derecha-. Los dos primeros jóvenes llevan acampados desde prácticamente el minuto cero, mientras que Onza se unió a ellos ayer. Los tres comentan que el punto de unión de todos es que “la cosa no va bien” y que esta concentración espontánea es un buen ejemplo de ellos. En el campamento se están gestando buenas amistades también.
Otra de las chicas que sigue acampada es Silia que, pese al cansancio, afirma que seguirá como el resto de sus compañeros. Esta chica -en la foto de la izquierda- es una de las jóvenes que ejercició su derecho a voto el domingo.