Así lo ha denunciado la ONG Global Witness que ha detallado que Gadafi ha puesto su pasta a buen recaudo en entidades como HSBC y Goldman Sachs. Global Witness ha pedido a HSBC y Goldman Sachs su versión sobre esta información, pero ambos se han negado alegando que están sujetos a cláusulas de confidencialidad con los clientes, algo que ha sido tachado de “completamente absurdo” por la directora de la organización, Charmian Gooch, puesto que se tratan de cuentas estatales, “el cliente es en realidad el pueblo libio y estos bancos le están negando una información vital”.
La ONG afirma que la familia Gadafi juega una gran influencia sobre los fondos públicos a través de la Autoridad de Inversión Libia (LIA) y exige que se investigue si estos bancos han hecho todo lo posible para garantizar que este dinero no ha acabado en las cuentas particulares de la familia del mandatario libio.
El documento facilitado por Global Witness revela que LIA contaba con 37.000 millones de euros, repartidos en dólares estadounidenses y canadienses, libras, francos suizos y euros, de los cuales 13.000 millones estarían en bancos libios y de Oriente Próximo, como el Banco de Libia, la Corporación Bancaria Árabe y el Banco Comercial Árabe-Británico.
El resto, 24.000 millones, se encontrarían en fondos de inversión y firmas privadas como Societe Generale, JP Morgan y OCH-ZIFF y en acciones de compañías como General Electric, BP, Vivendi y Deutsche Telekom.
