Cuatro minutos a vida o muerte. Fue el tiempo en el que los pilotos del Air France que se cayó en medio del Atlántico cuando hacía la ruta Río de Janeiro-París trataron de evitar el accidente, aunque finalmente el avión se estrelló con el morro levantado. Es lo que desvela el primer análisis de las dos cajas negras encontradas dos años después del incidente junto con restos de cuerpos de algunos de los pasajeros fallecidos.
Fueron los dos copilotos los que se hicieron con el aparato después de que se desconectara el piloto automático. El avión subió entonces hasta los 38.000 pies de altura para después caer durante más de tres minutos. Los primeros informes apuntaba a un fallo de la lectura de los indicadores de velocidad por las sondas a causa de una fuerte tormenta y a un fallo del sistema de alerta.