Tres millones y medio de euros. Es lo que le exigen los estudiantes a la escuela de aviación de España Top Fly, la más prestigiosa del país, tras un cierre a velocidad de vértigo, sin información previa y que deja a los empleados en la calle sin haberles pagado las cuatro últimas nóminas y a un centenar de estudiantes sin posibilidad de formación después de haber adelantado entre 65.000 y 90.000 euros.
Muchas academias de otras comunidades se han ofrecido a hacer un hueco a estos alumnos cuando la escuela cierre sus puertas el 10 de junio, sin embargo, el importante desembolso económico que se necesita para matricularse es un impedimento importante para los futuros pilotos. La Seguridad Social y Hacienda ya han embargado alguna de las propiedades de la entidad.
