El último en hacer saltar la liebre fue el Deportivo: un minuto después de su descenso a Segunda División lo primero que se dijo fue que, con la deuda que arrastra, jugando en la Liga Adelante estaba avocado a desaparecer por sus cuentas económicas. Pero no es el único. A pesar de los títulos conquistados a nivel mundial, los clubes españoles tienen una deuda de casi 3.600 millones de euros y ya han sido muchos los jugadores que se han puesto en huelga por la falta de cobro.
Es tan sólo un reflejo de lo que ocurre en el resto de la economía española: más gastos que ingresos por comprar mucho y muy caro y endeudarse sin control. La posibilidad de que varios clubes desaparezcan es más real que nunca: 30 equipos ya se han acogido a concurso de acreedores y 300 jugadores han denunciado al club por impago. Ni Barcelona ni Real Madrid se libran de los números rojos en sus cuentas, con una deuda de 442 y 560 millones de euros, aunque sus ingresos les permiten cubrir la deuda.
Según recoge un artículo de BBC, los únicos que respiran tranquilos y van capeando el temporal son Valencia, Español, Sevilla, Real Sociedad, Athletic de Bilbao y Villarreal, pero a partir de ahí la cuesta es hacia abajo y empinada: el Zaragoza, por ejemplo, ingresa cuatro veces menos de lo que debe.
