Gracias a este apoyo, el Gobierno rechazará las enmiendas de PP, PNV, ERC, ICV y BNG. Para llegar a este acuerdo, los socialistas han aceptado la propuesta de los nacionalistas de elevar el periodo de cuidado por hijo que se puede reconocer para sumar los 38 años y medio de cotización que permiten jubilarse a los 65 años que pactó con CiU en el Congreso, pasando de 270 días a un máximo de un año. Eso sí, limita a cuatro años el reconocimiento por beneficiario.
Tras este trámite, la Ley de Reforma de las Pensiones volverá al Congreso donde tiene garantizada su aprobación, aunque es posible que ésta sea con varias modificaciones que están estudiando tanto los socialistas como el grupo de CiU y Partido Nacionalista Vasco (PNV), entre ellas, extender el reconocimiento del derecho a la pensión de viudedad a la persona divorciada o separada judicialmente, así como permitir la compatibilidad de la pensión de jubilación no contributiva con un trabajo a tiempo parcial, siempre que no se perciba por el mismo más del Salario Mínimo Interprofesional.
