No estuvieron todos los que son. La CIG no se apuntó a la fiesta y dejó solos a UGT, Comisiones Obreras, la patronal y la Xunta en la firma del convenio del Metal. El mismo regirá hasta 2011 y afectara a 26.000 trabajadores del sector que han sabido rentabilizar poco menos de un año de conflicto consiguiendo un incremento salarial del 3,85% por encima de un IPC que, hoy, es del -0,8%.
Este año cobrarán un 1,10% más, en 2010 un 1,5% y el 1,25% en 2011, un aumento que el representante de CCOO, Ramón Sarmiento, señaló como “el más alto del Estado”, que habría sido imposible sólo “en un contexto de negociación”.Todo un ejemplo para otros sectores, como el de la información, donde el despido de más de 8.000 personas no ha logrado que los trabajadores fuesen más allá de un par de caceroladas antes del aperitivo.
Diego Atanes, de UGT, fue más prudente y destacó que los trabajadores habían respaldado el acuerdo “masivamente y de manera democrática” y el portavoz de la patronal, después de indicar que el convenio es “legal” e inmediatamente aplicable, lamentó que los representantes nacionalistas no saliesen en la foto.
La CIG cree que ha sido demasiado esfuerzo para tan poco resultado
La realidad es que el 74% de los empleados de 656 empresas de Pontevedra dieron su apoyo al convenio , aunque a Miguel Anxo Malvido, de la CIG, le parece el mismo que el que se propuso en julio y que “para esto no hacia falta el esfuerzo que pedimos a los trabajadores“.
