Está en un garaje, no sabemos si cargando pilas. Es el bus eléctrico del Casco Vello, uno de los últimos proyectos emprendidos por el anterior teniente de alcalde, en el que el ahora portavoz de los tres concelleiros del BNG, Santiago Domínguez, se gastó 500.000 € de todos los vigueses (para los que cuenten en pesetas, algo más de 80 millones de aquellas). Según denuncia el grupo municipal del PP, el bueno del bus se ha retirado de la circulación tres meses después de que empezase a andar porque no había demanda para sus 20 plazas.
Los populares acusan al alcalde de haber dado su visto bueno a un “proyecto improvisado realizado sin un estudio previo” al tiempo que aseguran que Caballero ha tenido que dejarlo en el garaje porque “carece de ideas para reutilizar un vehículo medioambientalmente limpio, con opciones para prestar un servicio a los ciudadanos, no solo del Casco Vello sino también de otros entornos”.
Por todo ello, ha exigido al alcalde que explique a los vigueses el motivo de este “fiasco” que, recalcan, se suma a la “pérdida de un millón de pasajeros en el transporte público”, la demostración de que “mintió cuando dijo que el Vitrasa llegaría a las parroquias de Vigo con una frecuencia de 5 minutos”, y su “incapacidad para encontrar una solución al grave problema del estacionamiento de los residentes del Casco Vello”.