Al menos esto es lo que no paran de repetir las grandes agencias de noticias. Un buen número de civiles están celebrando por algunas calles libias el supuesto derrocamiento del dictador.
Pero, antes de tirar cohetes por el fin de Gadafi, se sigue librando una batalla cuerpo a cuerpo entre leales al dictador y los revolucionarios en contra de él.
Mientras que se desconoce el paradero oficial de Gadafi y dos de sus hijos ya han sido detenidos, los rebeldes se encuentran ya muy cerca de la residencia del líder libio en Trípoli, Bab al Aziziya, pero se están encontrando con la resistencia de las fuerzas leales al coronel, con tanques incluidos.
De hecho, los francotiradores fieles a Gadafi están siendo el principal problema de los rebeldes.
Ante lo que podría ser el fin de la era Gadafi, la Unión Europea (UE) ha pedido oficialmente al dictador libio que abandone el poder, pero también ha apelado a la responsabilidad del bando rebelde. Los 27 países de los Estados miembros están trabajando ya en todo lo que supondría una transición en Libia.
Contra Europa y contra Estados Unidosha arremetido además el presidente venezolano, Hugo Chávez, al acusarlos de estar amparando una masacre en ese supuesto fin del dictador libio. En concreto, criticó duramente el avance de los rebeldes apoyados por la OTAN.
Chávez se ha mostrado siempre a favor del presidente libio, al que no ha dudado en llamar “amigo” en los últimos tiempos.