La fuerza del huracán Irene sigue imparable. Ya ha dejado 9 muertos a su paso por la costa de Carolina del Norte y toca ya Nueva Jersey. La imagen vacía de Nueva York aparece en todas las televisiones mundiales y las fuertes lluvias son impresionantes.
Irene, de categoría 1, ha obligado a evacuar a 1,5 millones de estadounidenses. El huracán va a toda prisa con sus 120 kilómetros por hora.
Nueva York, que no recibía un huracán tan potente desde 1938, sigue con sus aeropuertos cerrados a cal y canto, y lo mismo ha hecho con puentes, túneles y sistemas de transporte. La situación podría empeorar en las próximas horas ante la previsible subida de la marea a primera hora de la mañana de allí.
El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, que está siguiendo en primera línea el avance del huracán ha insistio en las últimas horas en la necesidad de hacer uso del casi centenar de lugares habilitados para los evacuados, pero, al parecer, los neoyorquinos no están haciendo mucho caso porque tan sólo han acudido 9.000 personas a estos centros, con capacidad para 70.000.
Las fuerzas y cuerpos de seguridad de allí piden precaución y seguir los protocolos aprobado.