Pues al parecer desayunan bastante mal y lo hacen, simplemente, porque sus padres no tienen ni pajotera idea de nutrición y porque ellos tampoco lo hacan muy allá. Vaya, que se cumple eso de que “de tal palo, tal astilla“.
Lo dice un estudio elaborado por Eroski Consumer llevado a cabo este mismo verano y en el que han participado unos 4.300 consumidores.
1 de cada 5 padres reconoce que sus hijos no se desayunan muy bien, aunque cerca de un 60% consideran que lo hacen de manera equilibrada. Pero, el estudio de Eroski Consumer, dice lo contrario, que un 21% de los padres dicen que sus peques no desayunan bien y que son ellos mismos los responsables.
Los expertos dicen que un desayuno equilibrado tiene que estar compuesto de porción de fruta (entera o en zumo), una de lácteos y otra de derivados de harina (pan o galletas). En cuanto a la bollería, no se debe abusar de ella de manera cotidiana.