Al menos 16 personas han muerto y otras 8, la mayoría pescadores, continúan desaparecidas por las riadas y avalanchas de tierra que está causando el tifón Nanmadol, en el norte de Filipinas.
“Nanmadol”, que se ha debilitado mientras se aleja del país, ha dejado ya a 231.314 personas afectadas, de las cuales 61.267 se han quedado sin un techo y se arremolinan en torno a los 38 centros de evacuación habilitados. Unas 36 carreteras están cortadas y 10 puentes continúan estando intransitables.
Las autoridades cifran los daños causados en las infraestructuras y en el sector agrícola en cerca 23,71 millones de dólares.
Nanmadol entró en el archipiélago el jueves con vientos de hasta 240 kilómetros por hora y acompañado de copiosas lluvias y hoy está camino de Taiwán, donde el sur y sudeste sufren graves inundaciones y cortes de electricidad, que se unen a la movilización de 35.000 soldados y la evacuación de casi 6.000 personas.
En julio, otras 72 personas murieron en Filipinas por la acción combinada de una tormenta tropical y un tifón, que además afectó a 1 millón de habitantes.