Su máximo responsable, Julian Assange, ha anunciado que difundirá, sin ocultar la identidad de sus fuentes, los 250.000 cables diplomáticos en los que se basaron las impactantes informaciones que fueron publicados por The New York Times, The Guardian, Le Monde, Der Spiegel y El País. Estos grandes medios, así como Reporteros sin Fronteras, han condenado esta decisión alegando que, al hacerlo, Wikileaks pone en gravísimo peligro a sus informantes, en algún caso arriesgando su vida
Los primeros archivos publicados contienen más de mil de estos cables y en ellos se identifica a individuos que figuran bajo el sello de “estrictamente protegidos”, con el que Washington clasifica aquellos documentos cuya publicación podría poner en peligro a las personas nombradas. En los cables aparecen también nombres de activistas y de personas perseguidas por sus Gobiernos.
La decisión ha sido tomada, al parecer, a la vista de los resultados de las respuestas de los internautas en la consulta que Wikileaks les ha hecho en Twitter en la que pregunta sobre si debe hacer públicos los documentos.