Grecia sigue dando quebraderos de cabeza a Alemania y prueba de ello es que un número importante de altos cargos políticos del país germano están pensando muy mucho si se le expulsa o no de la eurozona.
Y no parece un titular más del día, sino que esa posibilidad de liberarse de Grecia es tan seria que hasta el Ministerio de Finanzas de Alemania está estudiando ya el impacto potencial y real de lo que supondría una posible quiebra de Grecia.
Al parecer, la expulsión o no de Grecia de la eurozona está siendo también una maniobra de presión a Atenas por parte varios dirigentes de la cúpula de la coalición de Gobierno liderada por la canciller, Angela Merkel.
Pero, hasta la fecha, Merkel no comparte esa expulsión.
Uno de los defensores de esa posible marcha de Grecia es el político alemán de la gobernante Unión Cristiano Demócrata (CDU) y presidente del estado de Hesse, Volker Bouffier, que en un semanario no ha dudado en declarar que si Grecia no consigue aprobar más recortes y reformas, habrá que pensar en largarla de la Unión Económica Monetaria.