Así lo ha constatado el Instituto de Física Medioambiental de la Universidad de Bremen, organismo que indicado que esta situación no se debe al factor estacional, sino que es efecto del proceso de calentamiento global.
El doctor Georg Heygster ha explicado que “la superficie helada en verano se ha reducido desde 1972 en un 50 por ciento”, lo que supone que, este año, el hielo cubre “sólo 4,24 millones de kilómetros cuadrados” y no los más de 8 millones que ocupaba hace sólo 39 años.
Heygster alerta de que esta situación implica también que “los seres vivos que ocupan el ecosistema bajo la capa de hielo y que son el punto de partida de la cadena alimenticia, también para los humanos, tienen cada vez menos espacio vital”.
A finales de agosto, la Agencia Espacial Europea (ESA) anunció que el derretimiento de los hielos árticos había dejado más abiertos que nunca dos grandes canales de navegación, el llamado paso noroeste de Canadá y la ruta del Mar del Norte de Rusia. Aunque los dos canales suelen despejarse en el verano, normalmente no es lo suficiente como para que sean transitados por grandes buques, como sí ha ocurrido este año.