Ello se debe a que los inspectores de la UE y del Fondo Monetario Internacional (FMI), no podrán ir a Atenas hasta que el Gobierno griego apruebe los ajustes necesarios para cumplir los objetivos de déficit e inicie las reformas y privatizaciones comprometidas. De esta manera Grecia no recibirá hasta el mes que viene los 8.000 millones de euros que necesita, imperiosamente, para pagar los salarios y pensiones de octubre.
Según ha dicho el portavoz de Asuntos Económicos de la UE, Amadeu Altafaj, no hay una fecha cerrada para la visita de los mencionados inspectores, aunque sí ha reconocido que se han realizado “progresos significativos” en las negociaciones, especialmente durante la reunión del FMI en Washington el fin de semana.
Ahora, ha continuado, “los desafíos principales se encuentran en los agujeros presupuestarios para los años 2011 y 2012, pero también en la puesta en marcha de las reformas estructurales y los detalles sobre la puesta en práctica del plan de privatizaciones“.