El arresto se produjo por parte de los agentes adscritos a los dispositivos encargados de para lugares de ocio, tras tener conocimiento de que su dueño, un vecino del lugar de 22 años, podría dedicarse a la venta de estupefacientes.
Los agentes intervinieron a uno de los clientes del local una dosis de cocaína y al dueño del mismo otras 26 dosis de la misma droga, que se sumaron a las otras 101 que guardaba en una habitación adyacente al local junto con envoltorios que se usan para la distribución y venta de drogas.