‘¡Es el empleo, estúpidos!’ No con estas palabras pero sí ha dejado claro que esa es la base de su programa y la solución a la crisis. No es que Cayo Lara haya inventado la rueda, pero lo que ha dicho este martes en Vigo sí ha sonado distinto. El candidato de Izquierda Unida (IU) a la Presidencia del Gobierno, ha añadido algo: tiene un objetivo, “3 millones de puestos de trabajo en 3 años, 200.000 de ellos en Galicia” y un proyecto para conseguirlo. Este último se basa en la ayuda a las pequeñas y medianas empresas, la lucha contra el fraude o la bajada de tipos impositivos “a la cota en la que estaban hace 15 años”.
Respecto al fraude, Lara ha recordado que el 3% de las grandes empresas defraudan más de 42.700 millones de euros al año a la Hacienda Pública, “un hecho frente al cual, la respuesta del Gobierno ha sido reducir en más de un 6% los medios materiales y humanos de la Agencia Tributaria, lo que ha tenido como consecuencia que 1€ de cada 4 no se recaudan”. A ello ha añadido que, “pese a aplicar la receta que indicaban los organismos internacionales”, pagamos más intereses por la deuda pública que hace cuatro años, “la economía sigue hundiéndose y quienes han generado este hundimiento son los únicos que no la han pagado”.
Por lo que se refiere a la generación de empleo, IU propone centrarse en varios sectores, la sanidad, la educación, la rehabilitación de viviendas y el apoyo a los pequeños y medianos empresarios, con medidas como la “garantía de las deudas que adquieran las administraciones públicas con ellos por parte del Instituto de Crédito Oficial (ICO), de manera que se garanticen los cobros en el plazo de 30 días”, recordando que es algo similar a lo que está haciendo ya el Estado “que es quien garantiza los depósitos y cuentas, no los bancos que no garantizan nada” y mostrándose partidario de transformar las cajas en banca pública.
El coordinador de IU, quien señaló que encabeza el mayor acuerdo de la izquierda en toda la democracia, ya que “incluye a 12 formaciones políticas”, acusó a PP y PSOE de ser los responsables de los recortes que se están haciendo a los derechos de los trabajadores, “intentando privatizar la sanidad o la educación para transformar derechos universales en el negocio de unos cuantos”.
Sobre el resultado que esperan lograr el 20N, Lara bromeó asegurando que 176 escaños “sería ideal”, pero, en un tono más serio, y tras criticar la Ley Electoral, que beneficia al bipartidismo, se mostró convencido de que Izquierda Unida superaría el 5% de los votos, lo que le permitiría formar su propio grupo parlamentario, “las encuestas hablan de entre 8 y 14 escaños”, indicó, un resultado que, a su manera de ver estaría bien, para articular una auténtica alternativa de izquierda.
Por su parte, Rubén Pérez, cabeza de lista de Esquerda Unida al Congreso por Pontevedra, animó a los ciudadanos a movilizarse, no sólo para las elecciones, sino en iniciativas como la lucha contra los recortes de los servicios públicos o el desmantelamiento de los sectores productivos clave. Rechazó el “discurso antisindical que busca la supresión de las conquistas de los trabajadores” y pidió recuperar el espíritu de los años 80, “cuando había huelgas generales en la comarca de Vigo” en contra de políticas que amenazaban nuestra supervivencia.