Pues sí, seguimos en la particular carrera de fondo de la economía española. Según informa el último boletín del Banco de España, nuestra economía registró un crecimiento nulo durante el tercer trimestre del año y creció un 0,7% en tasa interanual.
Durante el tercer trimestre hemos continuado el debilitamiento de la economía, en un entorno marcado por el agravamiento de la crisis de deuda soberana de la zona euro.
De hecho, la demanda interna habría experimentado un nuevo retroceso en el tercer trimestre, con una aportación negativa del 0,8%, mientras que la demanda externa neta se mantuvo como principal soporte de la economía y amplió su contribución al crecimiento del PIB, hasta el 0,8%.