É a segunda vítima de hoxe nas estradas de Galicia
Leer másDimite tras colgar un montaje de Chacón enseñando un pecho
Le salió caro esa estupidez suya de colgar en su muro del Facebook un montaje de la ministra Carme Chacón, mostrando uno de sus pechos, durante una reunión con responsables de Defensa.
Tanto es así que Francisca Pol Cabrer, candidata suplente del PP al Senado por Mallorca, se ha visto obligada a dimitir de todos sus cargos públicos. No sabemos en qué estaría pensando cuando se puso a hacer el montaje, pero, desde luego, nos alegramos que se haya ido del panorama político.
Su aportación a la campaña de estas elecciones genenrales de 2011 consistió en una foto de la ministra en una visita a Afganistán, con su pecho al aire, y con el comentario desafortunado: “Lo que tiene que hacer una ministra del PSOE para ganar votos”, dijo y se quedó tan pancha.
En su entonación del mea culpa ha dicho que con el foto-montaje no pretendía herir a los militantes del PSOE y que renunciaba a sus cargos para no perjudicar a su partido, el PP.
Twiter lo delató
Si en el caso de Pol Cabrer la delató su Facebook al coordinador general de Movilidad del Ayuntamiento de Madrid, Fernando Autrán, le acaba de jugar una mala pasada su Twiter. De hecho, el alcalde de Madrid, Alberto Ruiz-Gallardón, lo ha destituido fulminantemente.
Este político -por denoninarlo de alguna forma- lanzó comentarios ofensivos al grupo Prisa y a diferentes políticos. Entre sus perlas de tuits destacan su comentario del cara a cara entre Mariano Rajoy y Alfredo Pérez Rubalcaba: “El País mañana dirá que según Metroscopia hay empate técnico!!! Ja ja ja ja ja ja ja. Prisa va mal, muy mal. Más EREs”.
Sobre el comunicado de cese definitivo de la actividad armada de ETA, Autrán espetó a la frase del ministro de Justicia, Francisco Caamaño, “los demócratas sabrán ser generosos cuando ETA deje las armas”, que, sí, claro, pero que “en vez de un tiro les meteremos dos”.
También hubo comentarios para las ministras Trinidad Jiménez y Carme Chacón o al presidente del PNV, Íñigo Urkullu, a éste último lo llegó a llamar gilipollas.